domingo, 2 de marzo de 2008
Los pasatiempos del Señor son inescrutables
Nunca entenderé a la cúpula celestial; se niega a presentarse por derecho a la Humanidad, sin ambigüedades, pero después se pasa la eternidad apareciendo en árboles, vetas de jamón, manchas de humedad, sartenes, etc. a niños, borderliners y recientes conversos de fecunda ficha policial.
No sería tan difícil; vivimos en el mundo globalizado, en la era de las comunicaciones. Una simple rueda de prensa y la Humanidad al completo se convertiría en cuestión de horas.
Pero parece ser que así no tendría gracia. Supongo que una eternidad se puede hacer muy larga, y debe ser tan fácil recurrir a los humanos para echarse unas risas...
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