sábado, 6 de octubre de 2007

Sobre El Fary y la gypsyxploitation

Ha querido el azar del vagabundeo youtubular que llegara hasta este video del inimitable Fary, al que vemos en el apogeo de su carrera (antes de la barroquización torobravil) explicando cómo fue el proceso de gestación de "La mandanga", un rumbazo funky que se une a la ya extensa lista de referencias que acumulo para corroborar mi afirmación de que lo más funky que se ha hecho nunca en España viene de la mano de ese movimiento cultural que algunos (entre los que me incluyo) ya se aventuran a llamar la gypsyxploitation, acaecido en la horquilla que va desde la segunda mitad de los 70 hasta mediados de los 80 y plasmado en la gran pantalla en películas como la saga "Perros Callejeros", inspirada por la figura del famoso delincuente Juan José Moreno Cuenca el Vaquilla (que más tarde vería su vida reflejada de nuevo en "Yo, El Vaquilla"), "El Lute, camina o revienta", basada en el otro mítico delincuente, "La estanquera de Vallecas", "El pico", etc. Películas cuyo denominador común es el de plasmar las desventuras de la española generación perdida de la heroína.


Este fenómeno cinematográfico se vio favorecido por la temprana aparición en el país de toda una serie de referencias de la nueva música popular como Los Chichos ("Ni más, ni menos", 1974), Veneno - Pata Negra ("Veneno" en el 77), Las Grecas (debut en el 74), etc., abanderados de una apertura de los sonidos tradicionales a la música contemporánea que alcanzaría su clímax con "La Leyenda del Tiempo" de Camarón (1979) y las expediciones sonoras de Paco de Lucía, Benavent, Jorge Pardo y compañía, pero que dejó también un rico legado a este lado del rock bajo la forma del denominado rock andaluz, cristalizado en bandas como Triana ("El Patio", 1975), Imán Califato Independiente (1978) o los pioneros Smash ("Glorieta de los lotos", 1970).

Las implicaciones de este fenómeno van más allá de lo estrictamente musical; representa toda una reivindicación de la cultura tradicionalmente asociada a los gitanos, una liberación de las pesadas cadenas elitistas y orteguianas (en el mejor de los casos, simplistas e ignorantes en la mayoría) que sistemáticamente han rechazado todo lo proveniente de calós o andaluces por considerarlo vulgar, provinciano o marginal. Hasta tal punto llegan las repercusiones de esta liberación, que me atrevo a afirmar que lo más relevante, vanguardista y experimental que ha producido la música española en los últimos 40 años proviene en su mayoría de esta dirección que comentamos aquí.




Me comentaba una vez el Sombra (que lo vivió y sufrió en primera persona) que todo este movimiento musical, con la excepción de su vertiente más flamenca, se vio súbitamente asfixiado por la aparición de la movida madrileña, alimentada por un público que aún no sabía qué hacer con su recién estrenada libertad y sólo quería escuchar mierda-culo-joder, situación que dejó a esta fértil hornada de músicos sin discográfica.

Sin embargo, no fue éste el caso de la rumba; bandas como Los Chichos o Los Chunguitos alcanzaron su edad de oro en los años 80, dejando el imaginario colectivo impregnado de lo que se vendría a llamar la rumba taleguera, de dramática temática social (drogadicción, prostitución, cárcel...). Prestando atención a este mundo de la rumba, es fácil apreciar en la época un afán por acercar este estilo popular (felizmente de vuelta ya de Cuba gracias a Peret y El Pescaílla, impulsores entre otros de la bailable rumba catalana) a la música de baile más en boga en aquel momento: el funky.





Y es en este contexto en el que debemos valorar este video de El Fary, en el que, sin querer entrar en sentimentalismos baratos ni en homenajes desfasados a la figura del recientemente fallecido artista (desgracia personal, pero me temo que ya musicalmente inocua), se puede apreciar la absoluta libertad y fecundidad creativa con la que frecuentemente un artista dirigido al mainstream era capaz en la época de afrontar su labor productiva, en un alarde de fusión musical que no es impedimento sino estímulo a la hora de llegar al gran público con una frescura que resulta más sorprendente cuanto más lejano va quedando en el tiempo.

Ahí lo llevan.

1 comentario:

ana dCardona dijo...

donde andas rumbero!

te veo en msn pa cotorrearle que show con mi trip to china!

yeah!

besorrones.